CAPÍTULO 8
Abbey
Ya estamos a viernes ¡Bien, ultimo día de clase de esta semana! Ya llevo tres semanas en el insti, y me va de maravilla, salvo lo que me paso el martes con Mik, no me dirige una sola palabra y ni siquiera quiere mirarme :( Me siento fatal por haberle presionado de aquella manera...Me acabo de levantar de mi cama y me dirijo a mi armario, lo primero que hago es coger una falda violeta, unas botas negras, una camisa blanca, y una chaqueta negra, mientras me visto suelo escuchar música de mi móvil con los auriculares puestos cuando escucho la melodía que tiene mi móvil cuando alguien me envía un mensaje. Era anónimo y me decía que quedáramos ahora en el parque.
No sabía que hacer, ni quien era aquella persona y lo primero que hice fue escribirle un mensaje:
«Cuando me digas quien eres, me lo demuestres y me expliques que por qué quieres saltarte horas de clases ahora, no me muevo de casa.»
Cuando se lo envié me llamo mi madre:
-¡Abbey baja a desayunar!
-¡Voy mamá!- Respondí mientras bajaba las frías escaleras de mármol- ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Ya me la has hecho, para que me pides permiso jajajajaja.
-Ups es verdad jajaja, bueno, dos preguntas jejeje. ¿Tu conoces a alguien que vive aquí cerca y que viva aqui de toda la vida?
-No, todavía no conozco a nadie ¿por?
-No, por nada.
-Bueno hija, desayuna rápido.
-Vale mamá, ¿qué hora es?
- Las once menos veinticinco.
-¿¡Las qué!? Mamá, ¿has sido tu la que me a atrasado el despertador?
- Sí ¿Por?
-¡Qué voy a llegar tardísimo al insti!
-Hija hoy solo tienes clase la tres ultimas hora.
-¡QUÉ DICES! ¡Qué día es hoy?
-No lo se exactamente, pero en el papel que me trajiste lo ponía.
-Uf menos mal... Bueno queda un poco para que empiece aunque me iré dando prisa.- Cuando me puse a fregar los platos después de desayunar, me sonó en móvil, seguro que era la persona anónima, cuando lo empecé a leer ya encajaba todo:
«Soy Tom, no se que te acabas de inventar de saltarte horas pero ayer quedamos para ir hoy juntos al insti lo recuerdas... Bueno date prisa que yo acabo de llegar. ¡Hasta ahora!» Ups se me había olvidado, me dio mucha fatiga que él esté allí esperando y yo aquí, fregando platos así que los dejé, cogí mi mochila y me fui corriendo.
-Hola Tom, siento muchísimo el retraso, es que no recordé que quedamos, lo siento.
-Bah, no pasa nad, vamos, que además queda todavía mucho tiempo.
Mientras andábamos Tom me contó todo lo que había hecho estos días, lo peor fue que... me enamoré :S. Cada vez que yo le miraba, él me sonreía con su preciosa sonrisa, sus preciosos dientes, movía su pelo rizado y negro-castaño hacía un lado ya que lo tenía un poco largo, cuando yo tenía un mechón de pelo en la cara me lo apartaba suavemente, e incluso cada vez que yo sonreía, el me tocaba la mejilla pasando suavemente sus dedos.
Bajamos las escaleras que había en el parque para llegar a una gran fuente, la fuente central de allí, era enorme, y cada chorro de agua que expulsaba salía de un color diferente.
-¿Por qué me traes aquí?
-Aquí era donde veníamos mi padre y yo a desahogar, más bien a despejarnos y a relajarnos.
-Y ¿qué hacíais?
-Nos tumbabamos en los filos de la fuente y dejabamos que las gotitas de agua nos calleran encima.
-jajajaja, ¿que locura es esa?
- La mejor locura que he hecho nunca, ven tumbate conmigo.
Me tumbé a su lado, ya que la anchura del filo de la fuente era de ancho tres veces yo, cerré los ojos y sentí las gotitas de agua caer por todo mi cuerpo.
-¿Qué te gusta?- me pregunto, le sonreí, abrí los ojos lo mire y dije - me encanta.
Me cogió de la mano, me miró a los ojos y me besó, cuando pense: Abbey ¿¡qué estás haciendo!? ¿¡estás loca!? ¡¡él no te gusta te gusta Mikel!!
Me despegué, y justo detrás suyo reconocí a una figura sentada en un banco, observandonos, ¿por qué a mi? ¿por qué todo me pasa a mi?, era Mikel.
Cuando notó que le observaba se levantó, cogío su bici y se largó a toda prisa de allí, no me lo pude creer todo lo había hechado a perder.
-Abbey... ¿ocurre algo?
-No, dile al profesor que no puedo ir hoy, lo siento adios...